“El arte es el vehículo de expresión más profundo y arraigado del espíritu humano. Sus límites empiezan y acaban con los límites de la humanidad. Si ésta es cruel, sádica, asesina o perversa, el arte también puede y ha de serlo. El arte siempre ha tratado de abarcar todo aquello que el artista y su sociedad podían abarcar. Era su reflejo y la muestra de su personalidad.”
Aunque resulta un tanto egocéntrico empiezo este texto con una reflexión que hice en un artículo que escribí hace unos años para el difunto blog de Artelista. Gracias a Internet Archive es posible leer el artículo entero en el siguiente enlace. Pues bien, todo lo dicho en la cita es aplicable a Internet y al territorio conocido como ciberespacio. Donde el ser humano se expresa infunde toda su bondad y su maldad, su mordiente, su ironía y, en definitiva, su realidad cultural completa.
En el presente texto vamos a hacer un pequeño viaje virtual donde recorreremos algunas de las diferentes realidades que sostienen este entramado por donde tan familiarmente nos hemos acostumbrado a pasar la mayoría de nuestro tiempo. Y aunque hablar de realidad en el medio informático pueda parecer paradójico es preciso señalar que en filosofía es habitual usar el término para hablar no solo de los soportes físicos sino de los virtuales y simbólicos. Empecemos.
Plazas, jardines y mercados
Empecemos por lo obvio. Twitter, Facebook y el resto de redes sociales son las plazas públicas, los parques y los jardines donde nos reunimos con los amigos, el sol brilla y podemos jugar a las pancartas y al activismo social lúdico de tambores y consignas gritadas a coro. También son esos pequeños clubs donde podemos compartir filias y fobias blandas e interactuar análogamente a como lo hacemos en la realidad física. Los foros públicos, los blogs y los sitios web convencionales (comerciales, institucionales y de creación) también pertenecen a esta categoría. Internet aquí busca ser un reflejo de la realidad física de las sociedades post capitalistas y un accesorio que aumenta el alcance de la misma.
Al incrementarse nuestra superficie de contacto con el ciberespacio en base a los nuevos dispositivos que periódicamente surgen y a la mejora de las infraestructuras de acceso, realidad física y virtual se entremezclan en gran medida retroalimentándose y alterando sus límites (legalmente, por ejemplo). Del mismo modo que disfrutamos cada vez más de esos lugares que han acabado ocupando un espacio fundamental en nuestro día a día, cada vez nos damos menos cuenta de como dichos lugares nos están ocultando una enorme cantidad de contenidos mediante potentes sistemas de censura. Para que en Facebook cada día salga el sol y sea el lugar seguro que es, empresas especializadas dedican múltiples recursos en limpiar el contenido inapropiado desbrozando parte de la realidad del mismo. En ‘Facebook’s content moderating techniques revealed: Violence yes, breast-feeding no‘, interesante artículo publicado a principios de este año se explica parte de este negocio. Twitter, por su parte, mantiene su sistema de censura integrado con las herramientas de block y report.
En los confines de estos territorios seguros se encuentran los diferentes activistas ciberlibertarios que abogan por la liberación de los contenidos. Neal Stephenson, John Perry Barlow, las comunidades entorno a LINUX y el software y la cultura libre, etc…
Hacia tierras salvajes
De los territorios seguros de internet pasamos ahora territorios más inhóspitos. Por un lado podemos hablar de las páginas web de conductas ilegales, inmorales y libertarias que sostienen conductas delictivas. La piratería, la pornografía, los sitios webs dedicados a promover odios raciales y muchos sitios activistas y políticos de corrientes minoritarias pertenecen a esta esfera. Es muy fácil acceder a estos sitios puestos que hay indicadores en los sitios seguros y el principal lugar de entrada al ciberespacio (Google) no puede, ni seguramente quiere, censurarlos activamente. No me voy a detener mucho aquí porque no son el meollo del artículo pero brevemente diré que como se afirma en la nota inicial aquí se puede encontrar todo lo que alberga el alma humana.
La segunda parada que vamos a hacer es en Memebase (y otras muchas páginas similares) puesto que aunque se trate de un lugar seguro, en contenido al menos, su funcionamiento autoreferencial la hace ser un paradigma de lo que puede significar internet. Las memes son, según la definición de 4chan del que enseguida hablaré, ideas que son fácilmente transferibles de una mente a otra. Una meme se crea cuando un gran grupo de usuarios llegan a identificarse con una imagen o un slogan y lo usan (correcta e incorrectamente a propósito). Las memes han acabado deviniendo una moda fundamental en la continuidad de internet y se han infiltrado en la realidad física. Memebase no es, por ello inhóspito por su contenido sino por su funcionamiento absurdo y paradójico.
4chan, el fin del internet conocido
Memebase, y una gran parte del internet actual, no existiría sin 4chan. En su faq explican que 4chan es un simple grupo de tablones virtuales de imágenes donde cualquiera puede compartir una imagen o un comentario. Está basado en un formato japonés más antiguo llamado Futaba Channel dedicado a la cultura del manga y el anime. Distribuido en diferentes temas 4chan cuenta con diversos grados de sistemas de censura y moderación que se centran más en focalizar los temas de los diversos hilos que en prohibir contenidos. De todos los hilos la joya es /b/ – Random, al cual no recomiendo ir pues sus contenidos son normalmente muy extremados. Random es el hilo donde todo vale y se todo permite a excepción del spam masivo que es censurado con fanatismo. Random representa una mezcla entre el Marqués de Sade, Aynd Rand y todo tipo de anarquismos. Cualquier tema se puede exponer, menospreciar y difundir en un ambiente de lo más coloquial.
A partir de 4chan se han producido fenómenos ampliamente difundidos como los memes, Anonymous o los intrigantes Shock sites.
Spam, spam, spam
De Rusia y China conocemos sus gentes, su amplio territorio y su pasión por inundarnos con anuncios de Viagra y alargamientos de pene. El spam es el paría de internet por excelencia, el invitado que nadie quiere tener a su mesa. Un gran número de individuos anónimos viven a base de ingeniar nuevas formas de hacernos llegar ofertas de todo tipo y de revender nuestras direcciones y claves de acceso por mero lucro. La producción de spam se puede considerar como una suerte de puente entre los territorios asegurados y los territorios libres de internet. El hedor a podredumbre que desprenden las alcantarillas del ciberespacio.
También podrían considerarse canales directos al inframundo virtual los shock sites y los ARG, aunque por motivos diversos. Los primeros son muestras descarnadas de la malicia de algunos habitantes de inframundo que, taimadamente, tienden trampas a los pobres turistas de la red que, de tanto en tanto, tienen la desgracia de ver mucho más de lo que desearían. Lemonparty, goatse o tubgirl son algunos de los más conocidos shock sites. (Acerca de goatse hay un fenomenal artículo que trata de desvelar su origen). Los sitios Rotten.com o Stile Project también podrían entrar dentro de estas categorias.
Por otro lado los ARG (Juegos de Realidad Alternativa) resultan interesantes por el afán que suelen tener sus creadores por ocultar su naturaleza. También son unas especies de trampas que atrapan intelectualmente al visitante y que acaban por mostrar otro de los fundamentos de la red: la inteligencia comunal y el poder de compartir información para resolver problemas.
El más allá: especulaciones sobre la naturaleza de la bestia
Aunque da la impresión de que con esto se puede cubrir el amplio abanico de posibilidades que posee Intenet la intuición me dice que existe un amplio ciberespacio más allá de las fronteras delimitadas. Las micro-redes privadas de corporaciones, mafias y grupos paramilitares seguro que ocultan realidades subyacentes de un calado trascendental para el devenir histórico. Pero aunque inaccesibles pueden ajustarse a los espacios de delincuencia. Los hackers y demás libertarios digitales también pueden tener cabida aquí aunque también muchas veces se verán reflejados en los otros ámbitos. Pero el pálpito que tengo está más dirigido hacia las presuntas zonas muertas de la red y que pueden ser todos esos espacios vacíos que pueblan los innumerables discos duros conectados a la red. Del mismo modo que existen las psicoimágenes y las psicofonías ¿por qué no han de haber extrañas interferencias en la red?
Reflexiones sobre el medio fantasma
Una aproximación, ingenua en mi opinión, al hecho del ciberespacio lo calificaría como un producto meramente humano. La gran obra cultural de la sociedad de la información. Dicha aproximación puede basarse en que si el ciberespacio existe es porqué el ser humano ha creado los medios tecnológicos (servidores, routers, ordenadores personales, teléfonos, cables, etc) que sostienen los contenidos a los que acceder y que hasta cierto punto también han sido creados por el ser humano. El problema de esta aproximación es que cada vez hay más ciberespacio que no tiene al ser humano como directo creador suyo puesto que un ejercito de aplicaciones y robots informáticos han adquirido un rol fundamental en el día a día del ciberespacio.
Si se puede extraer alguna tesis de este artículo es que la esencia del ciberespacio es básicamente autoreferencial. Aunque en muchos casos la apariencia sugiera lo contrario, el sentido final de la comunicación es el propio medio, su ontología y su verdad y por ello su realidad es cada vez más importante y tiende, cada vez más, a desplazar a la realidad física. Al multiplicarse la capacidad humana es posible que el ciberespacio sea, poco a poco, algo más que lo que señalábamos al comienzo (el computo de las filias y fobias humanas).