La primera entrada sobre música va dedicada a la reseña de una obra singular, más cercana al objeto artístico que al tradicional LP: 1-BIT SYMPHONY de Tristan Perich.
Volvía yo el otro día de una comida y, embriagado por la placidez, decidí poner en la radio del coche el Music for 18 musicians de Steve Reich a un volumen considerable. A pesar del peligro de quedarme traspuesto al volante y estrellarme contra un semáforo, la experiencia estética fue enorme y mereció muchísimo la pena el riesgo.
Antes de seguir y para que sirva como aviso diré que en las entradas que escriba sobre música, literatura y demás artes menores es posible que el tono empleado raye la pretenciosidad y el snobismo más bochornoso. Estará el lector en su derecho de mandarme a freir espárragos cuando guste.
Mientras escuchaba la obra cumbre del mítico compositor americano no podía parar de pensar en como me recordaba a la hermosa creación del joven Tristan Perich a pesar de los muy diferentes supuestos que habían servido de base a cada una.
Explicaré brevemente en que consiste cada una de las obras para que pueda el lector hacerse una idea del qué y el porqué de las mismas.
MUSIC FOR 18 MUSICIANS es, como bien dice su nombre, una composición para ser interpretada por 18 músicos. Escrita en 1974 por Steve Reich constituye el máximo exponente del minimalismo en la música orquestal y ha sido muy influyente en la obra de músicos electrónicos y rockeros posteriores. En la Wikipedia hay una extensa y recomendable biografía del creador neoyorquino.
1-BIT SYMPHONY consiste en una caja de CD, un soporte para pila botón, una pila botón, un interruptor de encendido, un selector de volumen, un selector de canción, una salida de auriculares, diez cables y el corazón de la obra, un chip programado. Tal y como se explica en el sitio de Tristan Perich 1-BIT SYMPHONY no es un disco al modo usual sino que interpreta la obra cada vez que se pone en marcha. La sinfonia consta de cinco movimientos donde la pureza del sonido electrónico se impregna de la emoción clásica y de la sensibilidad orquestal de Tristan.
Al haber tenido la oportunidad de escuchar en directo tanto la obra de Perich (en la representación que hizo en el Centre d’Art Santa Mónica en diciembre de 2011) como sus reflexiones sobre música y arte, considero que su visión es tremendamente completa. Siendo un creador relativamente joven, Perich demuestra una madurez en la interpretación del medio sonoro y ha sabido superar con éxito la absurda dicotomía establecida entre lo electrónico y lo acústico. 1-BIT SYMPHONY es una buena muestra de ello, pero sus interpretaciones en directo de la misma mediante altavoces e instrumentos acústicos son aún más incontestables pues en ellas se suprime la posibilidad de establecer una frontera clara entre ambos mundos.
1-BIT SYMPHONY ha sido editado por Cantaloupe Music y puede adquirirse a través de ellos o, si resides en España como yo, a través de la buena gente de Noise Android.